Escultor turolense universal que se hizo a sí mismo desde la distancia a base de tiempo y esfuerzo.
Pablo Serrano Aguilar nació el 10 de febrero de 1908 en Crivillén (Teruel). Siendo todavía niño, se trasladó a Zaragoza a la casa de sus abuelos situada en el Hospicio Pignatello de la Diputación Provincial.
A los 12 años ingresó en el internado de las Escuelas Profesionales Salesianas de Sarriá (Barcelona) donde recibió formación escultórica y religiosa vocacional que se plasmará luego en su obra.
En 1929 impartió clases de talla en la Escuela Slesiana de la ciudad de Rosario (Argentina). En 1934 se estableció en Montevideo donde abrió un taller de arte religioso.
En 1955 regresó a Barcelona donde logró el reconocimiento nacional al ganar el premio de escultura en la III Bienal Hispanoamericana de Arte que se celebró en Barcelonaa.
En 1956 se instaló en Madrid donde vivió una intensa década de trabajo y exposiciones y entró a formar parte del grupo El Paso, compuesto de artistas de la corriente abstracta.
A lo largo de esta exitosa década, se dedicó a las obras monumentales y a pequeñas esculturas en serie. El afán de conquista de nuevos espacios le llevó a crear una serie de esculturas tituladas Bóvedas para el hombre donde se refleja su obsesión por el desamparo existencial del hombre.
Los últimos años de su vida estuvieron marcados por constantes reconocimientos nacionales y aragoneses. Murió el 26 de Noviembre de 1985 en MAdrid de un paro cardíaco.
Última actualizacion: 30/09/2004
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